lunes, junio 16

San Manuel Bueno, Martir

Al empezar a leer el libro me llevé la impresión de que estaría leyendo la biografía de un beato como San Alberto Hurtado pero que sorpresa me he llevado, conocer “un hombre de fe” con poca fe o sin ella.

San Manuel representa la esperanza y la fe para la gente del pueblo. Ya que muchos aldeanos no creían en nada, estaban desesperanzados, tristes, grises, con un pesimismo que contagiaba, y Don Manuel les devolvió la fe, las ganas de vivir, la esperanza, esa energía, esa luz divina. Era idolatrado por todos, sus sermones o predicas eran ley.

Ángela Carballino, es quien relata la historia de este “santo”. Para ella Don Manuel es un santo en vida, intocable, idolatrado por ella y todos los feligreses de ese pequeño pueblo. Asocio su admiración como un amor platónico. Cabe señalar el episodio cuando se encontraba en la ciudad, alejada de su Don Manuel, sintiéndose vacía, que algo le faltaba. Ella es quien se encarga de descubrir ese penar, esa tristeza profunda que reflejan los ojos del “santo”. Y sin embargo, tal es su amor por este hombre de poca fe, que pretende mantener la memoria viva del párroco entre la gente del pueblo y que todos sepan de su misión. Ella es la “portadora de la buena nueva” de que si se vive como se creyera, acaba uno obteniendo la fe.

Blasillo el Bobo refleja el modo como Don Manuel se ve a sí mismo en el aspecto religioso; como el “tonto del pueblo” tratando de lograr algo imposible, algo poco lógico para cualquier persona normal, es un idiota por comportarse así. Además Blasillo se identifica plenamente con don Manuel – repite lo que el canta- hasta el punto de morir cuando éste lo hace, por que lo representa.

Lázaro, el hermano mayor de Ángela, regresa al pueblo con ideas progresistas y anticlericales. Al conocer a Don Manuel siente cierta animadversión por el, pero con el pasar de los días este rechazo se convierte en admiración, al comprobar su abnegación. Y es precisamente a Lázaro a quien el párroco le confiesa su terrible secreto: no tiene fe, no puede creer en Dios, ni en la resurrección de carne, pese a su anhelo de creer en la eternidad.

1. ¿Existe una verdadera vocación religiosa?

Al leer esta novela de Unamuno me plantee esta pregunta, y me cuesta creer en el llamado divino del que tanto hablan los sacerdotes así como las monjas. En muchos casos las personas que optan por una vida religiosa, han sufrido algún tipo de tropiezo en su vida o una desilusión amorosa, que los llevan a aislarse del mundo, y que mejor que ingresar a un seminario o convento. En la Biblia se habla de Adán y Eva, en todos los relatos del antiguo testamento se menciona la vida en pareja. Entonces, será que muchos sacerdotes así como monjas terminan sus vidas como don Manuel, predicando pero no practicando.

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